miércoles, 24 de octubre de 2018

SOBRE EL AYUNO


Dentro del ámbito cristiano, el ayuno se ha constituído como una práctica común, tanto, que en muchas congregaciones han establecido días específicos y cultos especiales de "ayuno y oración". 

Pero... es correcto o incorrecto hacerlo? veamos...

Lo importante es la intención, recordemos que Dios mira los corazones, antes que cualquier otra cosa y aquí es donde está el verdadero problema, pues esta práctica del ayuno se ha convertido en algo así como un "potencializador" de la oración; como si Dios respondiera más rápido y mejor si oramos ayunando, que si no lo hacemos. Es decir, se le ha otorgado un poder especial al hecho de ayunar, que en realidad no tiene, robándole la Gloria a Dios, porque se enfoca en méritos humanos (obras).

Algo que debemos aprender a diferenciar es entre un mandato divino y simples actitudes o decisiones de personas. 

Nuestro Señor Jesucristo estableció ciertas cosas como ordenanzas o mandatos: Orar (Mateo 6:5-15), Celebrar la Santa Cena (Mateo 26:26-29, 1 Cor. 11:23-26), El bautizo de creyentes (Mateo 28:19). Pero respecto al ayuno, en Mateo 6:16-18, Jesucristo está criticando la manera en que los fariseos ayunan, porque lo hacen para que los vean los demás y así los alaben por lo religiosos y espirituales que son; esto de ninguna manera se puede ni se debe tomar como una ordenanza de parte de Nuestro Señor a establecer el ayuno como rutina espiritual, ni para fortalecer la oración, ni mucho menos para vencer las tentaciones ni luchar en nuestras fuerzas contra nuestros instintos carnales y pecaminosos. Eso no sirve de nada, y es pecado ante los ojos de Dios.

Por el contrario, en Mateo 9:14-17, Jesús habla sobre el ayuno como una práctica antigüa, que ya no debe seguirse como en el AT se hacía, ya que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Entonces quiere decir todo lo anterior que si ayunamos estamos pecando contra Dios?  SI y NO.

SI, aquellos que no lo hacen buscando la Gloria de Dios, sino para que los vean.

SI, aquellos que lo hacen a manera de sacrificio, esperando retribución de parte de Dios, como refuerzo a su oración.

SI, aquellos que lo hacen tratando de vencer el pecado en sus propias fuerzas.

NO, aquellos que lo hacen en silencio, en medio de una tribulación o prueba y glorifican a Dios.

NO, aquellos que no tienen el ayuno como parte de su rutina, ya que el no practicarlo no te hace menos espiritual.


Señor, que te conozcamos cada vez más y nos acerquemos a ti, de tal manera, que tu Santo Espíritu nos ayude a discernir, a través de la lectura juiciosa de tu Bendita Palabra, cuál es tu voluntad revelada y así podamos andar de la manera que te agrada. Amén.



Bendiciones, Gracia y Paz



domingo, 9 de septiembre de 2018

LA HABILIDAD DE ESCONDERNOS

En Génesis 2, Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza, porque no habían pecado. Pero en Génesis 3, pecaron, y ahora estaban avergonzados en su desnudez. Satanás sugirió a Eva que ella estaba perdida, que Dios guardaba las cosas que ella necesitaba, que Dios no puede ser confiable. Satanás mintió.

¿Qué trajo eso a Adán y Eva? Exactamente lo que nos trae el pecado: culpabilidad, vergüenza, temor, desconfianza, alienación de Dios, ruptura de relaciones, el fin de todo gozo y paz. En una palabra, el pecado trae muerte. El pecado puede verse bien, pero nos lastima. Recuerda: el pecado siempre te lastimará tarde o temprano; lastima a otros también. 

¿Cómo respondieron Adán y Eva a su vergüenza? Trataron de esconderse detrás de un delantal hecho con hojas de higuera. La confianza y transparencia se desvanecieron y tienen vanidad; levantaron barreras. Y siempre, desde Adán y Eva, hemos usado máscaras, que nos esconden, posamos, pretendemos, corremos de Dios, y culpamos a otros.

Nuestro único escape, es la gracia de Dios. Solamente Dios puede liberarnos. ¿Cómo puede hacerlo? Se requiere sangre, porque alguien debe morir por el pecado. Así que Dios tiró lejos las hojas de higuera y vistió a Adán y Eva con pieles de animales. Para tomar estas pieles de animales se requirió muerte. Este es el primer eco débil de un salvador, de un futuro día cuando Dios, por sí mismo da su sangre para ti y para mí. 

Lo primero que Adán y Eva hacen después que pecaron, es esconderse. Se sintieron culpables y avergonzados, indignos de estar con Dios. ¿Cómo respondió Dios? ¿Les dio la espalda? ¿Cruzó los brazos en muestra de disgusto? ¿Frunció el ceño?

Él hizo lo opuesto. Los siguió, los buscó, los persiguió. Ellos se escondían y Dios buscaba. Cuando Dios pegunta a Adán, «¿dónde estás?». No es una pregunta informativa. La omnisciencia no necesita información. Dios no necesita preguntar, pero Adán necesitaba que se le preguntara. Dios pide a Adán, que salgan de su escondite; lo hace muy amablemente. Dios galantea, invita y persigue, al tiempo que te ordena. 

¿Cómo nos escondemos? Con negocios, compras, mucho trabajo. Nos escondemos con televisión, el Facebook (irónicamente), viajes. Nos escondemos con humor, sarcasmo, vergüenza. Nos escondemos de mil maneras. 

¿Yo? Yo me escondo cuando tomo el control (o tratando de estar en control). Me escondo cuando leo, corro, cuando hago preguntas. Me escondo tan bien, que algunas veces resulta que me escondo de mí mismo. ¿Qué pasa contigo? ¿Cómo te escondes? Aquí están las buenas noticias: puedes parar de esconderte, es una estrategia humana fundamental para manejar el pecado. Sin embargo, la estrategia de Dios es mejor. Confiesa tu pecado y recibe la gracia abundante de Dios.


Bendiciones, Gracia y Paz



Fuente: Centro Network

jueves, 26 de julio de 2018

¡¡¡ SOMOS ESA BARCA !!!



Este hermoso himno, inspirado en el tan conocido pasaje de la tormenta que calmó Nuestro Señor Jesucristo, tocó mi corazón de una manera especial. Aunque ya lo he escuchado y entonado muchas veces tanto en el culto dominical, en mi iglesia local, como fuera de ella, no le había prestado la debida atención, y en los últimos días su melodía, pero sobretodo su letra ha estado resonando en mi cabeza, lo cual me ha hecho meditar sobre el pasaje y cada una de las estrofas de este himno, cuyo resultado son estas líneas que por la Gracia de Dios, hoy comparto.

La historia, como ya mencioné, muy conocida por todos, se desarrolla en el Mar de Galilea, dentro de una barca, en la cual viajan Jesús y sus discípulos, cuando de repente, una gran tempestad llega sobre ellos, quienes se angustian porque piensan que van a morir, y dicha angustia crece al ver que su Maestro, a pesar de lo que pasa a su alrededor, duerme plácidamente.

Todo claro hasta ahí; lo que yo no había alcanzado a dimensionar e interiorizar completamente, era que más allá de a lo que el pasaje apunta, que es, por una parte a demostrar quién es Jesús (Dios hecho hombre), y por otra, probar la fe de los discípulos, es que somos esa barca, cada creyente, en el que habita el Espíritu Santo de Dios, se convierte en esa barca, inmersa en el océano de este mundo, donde rugen los vientos de desesperanza, se levantan las olas de la duda e incredulidad, donde el pecado acecha en cada rincón... y lo que nunca debemos olvidar es que si andamos en la voluntad de Dios, al ser esas barquillas donde va el Señor, no nos hundiremos, no naufragaremos, porque Nuestro Señor y Salvador está ahí, para calmar las tormentas, cualquiera que estas sean, y llenarnos de esa paz que sobrepasa todo entendimiento y podamos entonar con gozo y fe... "Maestro, pasó la tormenta, los vientos no rugen ya, y sobre el cristal de las aguas el sol resplandecerá. Maestro, prolonga esta calma, no me abandones más: Cruzaré los abismos contigo, gozando bendita paz."


Eres tú una barca en la cual viaja Jesús?

Padre, que se haga tu voluntad en nuestras vidas para que podamos gozar de esa paz que solo Tú nos puedes dar, incluso en nuestros momentos más difíciles. Que esta sea nuestra oración diaria, amén.




Bendiciones, Gracia y Paz

domingo, 22 de julio de 2018

CRECIENDO EN CRISTO

Dichosos los de conducta perfecta, los que siguen las enseñanzas del Señor. Dichosos los que cumplen sus testimonios, y lo buscan de todo corazón. 
En mi corazón he atesorado tus palabras, para no pecar contra ti. ¡Bendito seas, Señor! ¡Permíteme aprender tus estatutos! (Salmos 119:1-2;11-12.RVC)

….Sepan que en todo el mundo sus hermanos están enfrentando los mismos sufrimientos, pero el Dios de toda gracia, que en Cristo nos llamó a su gloria eterna, los perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá después de un breve sufrimiento. (1 Pedro 5:9-10.RVC).

PERFECCIONAR = Dar el mayor grado de perfección a una cosa. (*).

Significado Bíblico = Proveniente de la palabra griega “téleios”, cuyo significado es "completo", "maduro", “perfecto”, "completamente crecido", "plenamente desarrollado", "que alcanzó su propósito"; (Fuente: http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico)

AFIRMAR = Asegurar a una persona en una posición. (*).

FORTALECER = Hacer fuerte o más fuerte a alguien o algo. Adquirir [una persona] fuerza física o moral. (*).

ESTABLECER = Hacer que empiece a funcionar algo, generalmente con propósito de continuidad, estabilidad. (*).

Dios espera que crezcamos continuamente en todas y cada una de las áreas de nuestra vida, que maduremos, no sólo física, sino espiritualmente también y como todo con el Señor, tiene un orden perfecto claramente expuesto por el Apóstol Pedro en estos versículos. Dice, que antes de que ocurra todo lo que nuestro Padre Celestial planea hacer con nosotros, pasaremos por un “breve sufrimiento”, que no es otra cosa que pruebas por las que atravesaremos, ya que como escribieron Santiago, Pablo, esto es lo que moldea nuestro carácter y nos ayuda a madurar. Qué tan breve? No sabemos. Recordemos que el concepto de tiempo es bastante subjetivo y para Dios mil años son como un día y un día como mil años. También dependerá de nosotros mismos; de la manera cómo enfrentemos y asumamos esas pruebas, seguiremos en ellas o avanzaremos a la siguiente, la utilizaremos para crecer, o la desperdiciaremos en actitud de autoconmiseración.

Pero, luego de superado todo lo anterior, nos dice nuestro amado Padre que El mismo nos perfeccionará, que no es otra cosa que madurez espiritual; nos afirmará sobre algo sólido, la roca que es Cristo; nos fortalecerá, para que podamos perseverar; y para que finalmente seamos firmes y estables, que es la meta del supremo llamamiento de Dios, como dijo el Apóstol Pablo en Filipenses 3:14.

Quizá aún no se ha dado esto en nuestra vida porque seguimos en la misma prueba y no hemos logrado salir; o quizá porque hemos tratado de hacer todo en nuestras fuerzas y Pedro dice que es el Señor quien nos perfecciona, afirma, fortalece y establece.

Qué maravilloso saber, que aunque pareciera que Dios espera mucho de nosotros y que no vamos a lograrlo, no nos deja solos durante el proceso, tenemos al Espíritu Santo que a través de su Palabra, nos anima continuamente y nos guía; sólo tenemos que saber escuchar, no descuidar los medios de Gracia y actuar en consecuencia.

Gracias Padre Celestial por tan grandes planes y promesas que tienes para nosotros. Gracias por confirmarnos que no estamos solos, que Tu siempre estás allí para sostenernos y para darnos fuerzas cuando ya se nos acaban. Gracias por elegirnos sin merecerlo y darnos un propósito. Ayúdanos a mantener intacta nuestra fe y continuar por el camino que nos trazaste. En el nombre de Jesús oramos. Amén, Amén y Amén.


Bendiciones, Gracia y Paz.


(*) Fuente: www.google.com.co

jueves, 7 de junio de 2018

ALGUNAS VERDADES SOBRE JESÚS, QUE TODOS DEBEN CONOCER





He aquí (como diría el evangelista Mateo para llamar la atención del lector), algunas verdades sobre la Bendita Persona de Nuestro Señor Jesucristo, las cuales brotan de las Sagradas Escrituras; y que todos deben conocer:

1. Jesús es Dios.

Jesús es Dios encarnado, Dios hecho Hombre. Emmanuel "Dios con nosotros". Existe eternamente.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." Juan 1:1

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:58.

Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Juan 5:17-18.

de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Rom. 9:5

aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, Tito 2:13.

2. Jesús es hombre.

Tuvo un cuerpo humano, nació como todos los seres humanos, creció y se desarrolló como cualquier niño. Lucas 2:7; Lucas 2:40;52

Tenía emociones humanas. 

Se maravilló. Mateo 8:10

Lloró. Juan 11:35

Se turbó. Juan 12:27

Se conmovió. Juan 13:21

Se cansaba. Juan 4:6

Tuvo sed. Juan 19:28

Tuvo hambre. Mateo 4:2

Murió. Lucas 23:46


A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Hechos 2:32; 36-38;41-42


Y tú..... crees estas verdades?


Bendiciones, Gracia y Paz



lunes, 7 de mayo de 2018

NO HAY CONDENACIÓN



Y seguramente pensarás o me dirás, yo creo en El.... 

Pero la fe sin obras está muerta... 

Esto no quiere decir que tenemos que hacer méritos o buenas obras para salvarnos, eso no es necesario si depositamos nuestra fe en el único y suficiente salvador, sólo sirve como evidencia de que hemos creído en Él y somos salvos.

Dios, por medio de Santiago 2:19, dice "Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan."

Y Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." Mateo 7:21

Aquel que hace las buenas obras que el Padre preparó de antemano para que anduviéramos en ellas, (Efesios 2:10)  y que el Espíritu Santo nos capacita para cumplir.  

Así que no es cualquier "buena obra", no es la que a nosotros se nos ocurra...

Bendiciones, Gracia y Paz


sábado, 6 de enero de 2018

PRIVILEGIADOS



Tenemos el privilegio de haber sido escogidos antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4), llamados, justificados y glorificados (Romanos 8:30), sólo por Gracia y por la fe puesta únicamente en la obra de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Efesios 2:8-9).

Y creo que Dios nos ha puesto en un lugar específico, (determinado por El) en una época, en un país, en una ciudad, en una familia, en una congregación, en un barrio, en una oficina…. En medio de creyentes verdaderos y no creyentes, con un propósito primordial: Su Gloria, y con propósitos secundarios (no que no sean importantes), que seamos sal y luz en medio de las tinieblas (Mateo 5:13-16), pues no sabemos de nuestro entorno personal y particular, quiénes sean escogidos de Dios; como le sucedió a Pablo en la orilla de aquel río donde Dios abrió el corazón de Lidia para que creyera, (Hechos 16:13-15)  o aquel carcelero a cuyo cuidado encargaron a Pablo y Silas… (Hechos 16:23-34). No sabemos quiénes son, pero estamos llamados a hacer como decía Francisco de Asís “predica el Evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras”

Lo anterior en ningún momento pretende afirmar que todas las personas, que están alrededor de un creyente verdadero, serán elegidas por el Señor para ser salvas, porque no depende del creyente, ni de su testimonio, (aunque Dios lo use si le place), sino de Dios que tiene misericordia de quien El quiere. Quizá, el único testimonio de ese creyente para el mundo, sea precisamente la Soberanía de Dios (Romanos 9:13).

Quiero terminar con esta oración del Apóstol Pablo y dando gracias a Dios por su don inefable.

Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. (Efesios 1:15-23).

Bendiciones, Gracia y Paz