jueves, 24 de junio de 2021

La Muerte: Un Visitante Inesperado, aunque Seguro

Hay algo que te esté causando dolor físico o emocional en este momento?

Ahora, puedes imaginar un tiempo futuro en el que ese dolor sea sólo un recuerdo lejano.....

Cuánto darías por volver a ver a esa persona? así sea por 24 horas o menos estar con esa persona, sentados hablando, poniéndose al día en todo lo acontecido en el último tiempo. A mi me encantaría aunque fuera por un minuto, poder abrazarlos otra vez, sería maravilloso, aunque sé que no es posible.

Me imagino ese día en el que nos volveremos a ver cara a cara con nuestra familia y amigos que partieron antes que yo, incluso conocer a mis abuelos a quienes en esta vida no alcancé a conocer. Sueño, anhelo ese día en el que por fin llegue a casa; y Dios dice tranquila, estoy preparando una reunión familiar, estoy preparando un lugar..., parafraseando Juan 14:2.

Lo mejor de este hermoso encuentro es que no nos veremos como éramos mientras estuvimos en esta tierra, ni mucho menos con el desgaste por la enfermedad, seremos fuertes. He imaginado cómo será ver cara a cara a mi amado Señor Jesús, cuando El mencione mi nombre; cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé...anhelo poder hacerlo y no quedarme paralizada de la emoción, con lágrimas en mis ojos, pero esta vez no de dolor, sino de alegría, e imagino a Jesús el arquitecto supremo, pasar sus suaves dedos por mis mejillas recogiendo esas lágrimas diciendo tranquila, estás en casa, ya todo está bien.

Es reconfortante para mi saber y pensar que en ese lugar ya no habrá más muerte, ni funerales, ni enfermedad, ni crimen, ni despedidas dolorosas. Ya sólo quiero irme a casa y tu? Cada día que pasa estamos más cerca de ello, pero mientras eso ocurre, ya sea que regrese mi Jesús o que yo me vaya a Su presencia, le pido a Dios que me fortalezca y ayude y fortalezca y ayude a cada hermano en la fe para hacer lo que nos corresponde, predicar su bendito evangelio y llamar a todos al arrepentimiento.

OREMOS: Padre Celestial, gracias por Tu promesa de que todo sufrimiento tendrá fin. Gracias por enviar Tu Espíritu para reconfortarnos. Renueva nuestras fuerzas y durante el día de hoy, muéstranos oportunidades para ofrecer consuelo a alguien que esté sufriendo. En el nombre de Jesús, amén y amén.


Bendiciones, Gracia y Paz






Inspirado en el devocional de hoy de YouVersion