Para qué me salvó Dios? Dios no me salvó para evitar el infierno, como muchos afirman y creen, porque eso sería hacernos protagonistas a nosotros de la obra salvífica.
Dios me salvó para la alabanza de su Gloria. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. (Efesios 1:11-12. RV60).
Dios me salvó para mostrar su carácter benevolente. para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. (Efesios 2:7. RV60) Ya que cada vez que Dios se gloría, nos muestra su carácter para que le conozcamos tal y como es y conociéndolo, confiemos y creamos cada vez más en El.
Lo único que le motivó fue su amor por nosotros, es automotivado, no por nosotros, sino por El; no hay nada en lo absoluto en nosotros, que nos haga merecedores del amor de Dios; es sólo porque Dios es Amor. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16.RV60).
“La Gloria de Dios es la expresión de la hermosura y la perfección de todo su ser o de todos sus atributos.” Ps Miguel Núñez .
Sus atributos: Gracia, Misericordia, Poder, Sabiduría nos muestran Su Gloria, Su esencia.
La creación Proclama la belleza de la Gloria de Dios. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. (Salmos 19:1. RV60). Nos quedamos maravillados y extasiados al observar la grandeza, hermosura y perfección de Dios a través de Su creación, tan sólo algunos de sus atributos en todo su esplendor.
La salvación en cambio, proclama atributos que la creación no puede, como la Misericordia por ejemplo.
Quizá a este punto, ya estés empezando a comprender la grandeza y majestuosidad que implica la Gloria de Dios. La palabra Gloria, proviene del hebreo “Kabot” cuyo significado es “pesado” (algo de peso o importante) y del griego “Doxa”, que significa hablar bien de otro. Así que, es conveniente reflexionar antes de expresar la tan trillada frase “Gloria a Dios” y darle su debida importancia.
Dios jamás ha hecho, ni hace, ni hará nada que no sea para su Gloria, para revelarse a sí mismo y darse a conocer a nosotros, quienes somos los beneficiarios de ello, al podernos relacionar mejor con El. Mientras más lo conocemos, más creemos, vivimos más confiados, más seguros, más en paz.
todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. (Isaías 43:7. RV60)
Por amor a mi nombre contengo mi ira; por causa de mi alabanza me refreno, para no aniquilarte. Y lo he hecho por mí, por mí mismo. ¿Cómo puedo permitir que se me profane? ¡No cederé mi gloria a ningún otro! (Isaías 48:9; 11. RV60)
Soli Deo Gloria… Sólo para la Gloria de Dios..
Bendiciones, Gracia y Paz
Inspirado en “Doctrinas que han Transformado el Mundo” Ps. Miguel Núñez.