sábado, 12 de octubre de 2024

Y quién es el ladrón?

 


En muchos círculos cristianos se interpreta este versículo identificando a Satanás como ese ladrón que viene para hurtar, matar y destruir; y aunque sabemos que él es capaz de eso y de mucho más, aplicando la hermenéutica bíblica, notamos lo que el Señor quiere enseñarnos y de qué está hablando.

Vemos en el capítulo anterior que Jesús acaba de tener otro encuentro con los fariseos por haber sanado a un ciego de nacimiento en día de reposo, y como siempre el maestro aprovecha para dar una enseñanza sobre la ceguera espiritual. Luego, al inicio del capítulo 10 les refiere una parábola, que comienza así. "De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador." Juan 10:1

Y continúa a partir del verso 7...
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Aquí se une con el versículo en cuestión (10). Entonces ese ladrón al que Jesús se refiere son los falsos maestros que desde esa época se dedicaban, como ahora, a tratar de desviar al pueblo de Dios (sus ovejas), del verdadero camino de salvación.

Del verso 11 al 15, Jesús hace una hermosa comparación entre un verdadero maestro (el buen pastor) y uno falso (el asalariado). Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Mr. 7:16

La enseñanza es muy clara, el Espíritu Santo nos guíe a toda verdad.

Bendiciones, gracia y paz

jueves, 3 de octubre de 2024

Separados de mi nada pueden hacer


Juan 15:5-6 PDT »Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, producirá mucho fruto, pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada. Pero el que no permanece en mí, será desechado como una rama inútil que se seca. Después se recogerán las ramas secas, se echarán al fuego y se quemarán.

Durante el paseo matutino con nuestro perro, pude observar un montón de ramas secas, cuyas hojas, hace tan solo un par de días, aún se veían verdes a pesar de que habían sido cortadas de los árboles hace casi una semana.

Ésto me hizo recordar el pasaje que les comparto. No en vano nuestro gran maestro Jesús utilizaba ejemplos simples de la vida cotidiana para enseñar a sus discípulos y asegurarse de que comprendieran claramente. Así como esas hojas secas nos volvemos cuando nos apartamos de nuestro Rey y Señor Jesús; al dejar de congregarnos como dice Hebreos 10:25, descuidando los medios de gracia, nuestro interior se hace tan árido, que no tarda mucho en reflejarse en el exterior; y cualquier cosa que intentemos hacer será infructuosa, agotadora, una carga pesada, lo cual nos llevará a la frustración y apatía. Quiera Dios que cuando nos veamos en tal situación clamemos como el salmista..."Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía". Salmos 42:1 RVR1960

Salmos 42:2, 5-6 RVR1960
[2] Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
[5] ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. [6] Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Bendiciones, gracia y paz.

miércoles, 12 de junio de 2024

El que crea estar firme...


En mi devocional de esta mañana, el pasaje a meditar se encuentra en la carta a los Gálatas capítulo 6 verso 2. El apóstol Pablo nos exhorta a salir de nuestra zona de confort, a mirar más allá de nosotros mismos y estar más atentos a las necesidades o cargas de nuestros hermanos, en humildad. Una de esas cargas, es sin duda el pecado. En el verso 1 Pablo dice

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Y continúa a partir del verso 3 hasta el 10...

Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Seamos como el publicano y no como el fariseo (Leer Lucas 18:11-14) porque ‭antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Proverbios 16:18

Por tanto, tengamos siempre presente ... Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12.


Bendiciones, Gracia y Paz.