Lucas 12:1 NBLA. Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
Primero un poco de contexto antes de compartir mi meditación sobre este pasaje.
Los fariseos tenían una tradición oral, sus propias interpretaciones de la ley, y terminaron quitando y añadiendo a la Palabra de Dios; por ello rechazaron a Cristo y lo consideraron un transgresor de la ley, tanto, que merecía ser crucificado. Ellos no negaban la autoridad de la Biblia, pero ponían sus tradiciones por encima de ella o al mismo nivel, lo acomodaban a conveniencia, (algo en lo cual el catolicismo romano es experto), pervirtiendo así el Evangelio.
La "levadura" en el NT era una ilustración de influencia y con frecuencia simbolizaba el efecto pernicioso del pecado. La "levadura" de los fariseos incluía tanto sus falsas enseñanzas como su comportamiento hipócrita. (Comentario Biblia de Estudio Macarthur).
Y hablando de influencia negativa y su proceso leudante recordé a Gollum el personaje de una de las películas del Señor de los Anillos, cuya idolatría por ese anillo a quien denominó "mi precioso", y bajo su influencia, llegó a convertirse en un monstruo horripilante.
Me pregunto cuántas veces nos habremos convertido en ese monstruo en nuestro corazón sin darnos cuenta, al dejarnos influenciar por el mundo, por amistades inadecuadas, por nuestra familia, por enseñanzas erróneas que suenan más agradables a nuestros oídos, por nuestro propio corazón engañoso...
Que el Señor, en su infinita misericordia nos ayude cada día, dándonos sabiduría, discernimiento y humildad.
Bendiciones, Gracia y Paz


