viernes, 28 de octubre de 2016

UN PELIGRO SIEMPRE LATENTE: FALSOS MAESTROS

»Puede darse el caso de que un profeta o alguien que predice el futuro mediante sueños, aparece entre ustedes y te anuncia una señal o un milagro. Si la señal o el milagro que te anuncia sucede y te dice: “Sigamos a otros dioses que tú no conoces y adorémoslos”, no debes escuchar sus palabras. Es que el SEÑOR tu Dios te está probando para saber si amas al SEÑOR con todo tu ser. Deu. 13:1-3. PDT

No estábamos equivocados en lo que hablamos. Tampoco hablamos con malas intenciones ni buscando engañar a nadie. Al contrario, hablamos como quienes han sido aprobados por Dios con la misión de dar a conocer las buenas noticias. No estamos tratando de agradar a ningún ser humano, sólo buscamos agradar a Dios, quien juzga si nuestro corazón es bueno o malo. Ustedes saben que nosotros no hemos tratado de convencerlos hablando bien de ustedes. Tampoco queremos que nos den dinero. Dios es testigo de que no tenemos nada que ocultar. No buscamos ningún reconocimiento de ustedes ni de nadie. (1 Tes. 2:3-6. PDT).





Bendiciones, Gracia y Paz.

viernes, 21 de octubre de 2016

CRISTO MURIO POR TODOS SIN DISTINCIÓN.....



Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas. (Efesios 2:8-9.RVC).

Este Jesús es la piedra que ustedes, los edificadores, rechazaron, y que no obstante ha llegado a ser la piedra angular. En ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.» (Hechos 4:11-12.RVC).

En estos dos pasajes vemos que la salvación sólo es una por medio de Jesucristo (el autor y consumador de la fe. Hebreos 12:2) y que no hay nada, absolutamente nada que podamos hacer para obtenerla, porque es por la gracia de Dios como dice el Apóstol Pablo en su carta a la Iglesia de Efeso “sino que es un don de Dios”. Un don es un regalo y por lo general, no tienes que pagar ni hacer nada por un regalo, pues ya no lo sería. 

Amad@ lector, si eres de los que aún crees que por el simple hecho de haber pronunciado una oración de fe, donde confesabas a Jesús como tu único Señor y Salvador, ya eres salvo, quiero decirte que no es tan sencillo. Ese es tan solo el inicio …

Por lo tanto, hagan morir en ustedes todo lo que sea terrenal: inmoralidad sexual, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Eso es idolatría. Por cosas como éstas les sobreviene la ira de Dios a los desobedientes. También ustedes practicaron estas cosas en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora deben abandonar también la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia y las conversaciones obscenas. No se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos, y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creó hasta el pleno conocimiento, donde ya no importa el ser griego o judío, estar circuncidado o no estarlo, ser extranjero o inculto, siervo o libre, sino que Cristo es todo, y está en todos. (Colosenses 3:5-11.RVC).

Porque aunque la hayas pronunciado (la oración de fe), si persistes en lo relatado en Colosenses, serás como aquellos descritos por Juan así..

Ellos salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que fuera evidente que no todos son de nosotros. Pero ustedes tienen la unción del Santo, y conocen todas las cosas. (1 Juan 2:19-20.RVC).

Y si eres de los que aún crees que Jesús murió por la salvación de todas las personas; también debo decirte, a la luz de la Palabra que no es así.

Jesús habló de estas cosas, y levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda la humanidad, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado... 

»He manifestado tu nombre a aquellos que del mundo me diste;.... No ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos...... a los que me has dado, ..... Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,.... aquellos que me has dado..... (Juan 17:1-11;20;24-26.RVC).

..... Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, ..... y yo pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a aquéllas debo traer, ...... (Juan 10:11; 14-18.RVC).

..... Si ustedes no creen, es porque no son de mis ovejas. Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.... (Juan 10:24-29.RVC)

Jesús no murió por todos, sino sólo por un grupo muy selecto: los que el Padre le dio. Y todos aquellos que el Padre le dio, por los cuales El murió, resucitarán con El.

Entonces, ¿qué diremos? ¿Seguiremos pecando, para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos unido a Cristo en su muerte, así también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido liberado del pecado. Así que, si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él. (Romanos 6:1-8.RVC).

Si no fuera así, implicaría que toda la humanidad resucitaría y sabemos que desafortunadamente no será de esa manera.

Cristo murió por todos los hombres sin distinción, pero no por todos los hombres sin excepción. (Ps Miguel Núñez).


Padre, Santificado, exaltado y alabado sea tu nombre para siempre. Bendito y alabado seas. No existen palabras suficientes para agradecerte; pero hoy recibe éstas, que con humildad te ofrezco. Gracias por permitirme conocer y comprender tu Palabra y por ayudarme a ponerla por obra, viviendo conforme a las buenas obras que de antemano preparaste para quienes desde la eternidad elegiste, según tu soberana voluntad. Gracias por el hermoso don de la salvación. Hoy te pido misericordia por cada persona que aún no te conoce, que no se ha acercado a Ti, y que lee este mensaje, para que en el precioso nombre de Jesús, su corazón sea tocado por Ti, sus ojos y oídos abiertos, se arrepienta y venga a Ti, para que lo limpies, lo perdones, lo salves y su vida sea transformada. Amén, Amén y Amén.


Bendiciones, Gracia y Paz.

jueves, 20 de octubre de 2016

CRISTO VIENE




“En aquel tiempo, el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas, y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas…..”(Mateo 25:1-13. RVC)

Las vírgenes prudentes, representan a los creyentes que se mantienen en el camino; que no desmayan y se preocupan cada día por conocer más de aquel que nos salvó y sostienen una íntima y estrecha relación con El, a través de la oración, de la lectura de la Palabra. En otras palabras, el fuego del Espíritu Santo dentro de ellos permanece encendido, como esas lámparas de la historia, a las que no les falta el aceite.

Por el contrario, las insensatas representan a aquellos creyentes que se sienten tranquilos, pues consideran que ya se han preparado lo suficiente, que no necesitan aprender más, pues quizá ya están sirviendo a Dios a través de la enseñanza, en el servicio dominical, e incluso predican y por eso, por tantas actividades en las que se involucran, ya no les queda tiempo para su comunión con Dios; ya no le ponen aceite a su lámpara, ni guardan de reserva y al final Jesús dirá, como en la historia. “De cierto les digo, que no las conozco.” (Mateo 25:12. RVC).

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12. RV60).


Con cuál de los dos grupos te identificas más?


Padre, bendito y alabado sea tu nombre para siempre. Gracias por tu misericordia, por tu Palabra; Escudríñanos, pruébanos; examina nuestros íntimos pensamientos y nuestro engañoso corazón, para conocer aquellas cosas que nos alejan de Ti, que no nos permiten compartir tiempo contigo y conocerte más. Tú quien pones en nosotros tanto el querer como el hacer, danos la fortaleza para dejarlas y así darte el lugar que te corresponde. En el nombre de Jesús, Amén.


Bendiciones, Gracia y Paz

viernes, 14 de octubre de 2016

SOMOS INCAPACES


Hasta hace un tiempo, me sorprendía ver y escuchar cómo para la mayoría de las personas es más fácil creer en historias fantásticas (demonios, brujas, fantasmas, espíritus) horóscopos, predicciones, adivinos, apariciones, imágenes de las cuales brota sangre o agua, etc., aunque no haya en realidad mayores pruebas que el testimonio de algunos desconocidos, personas que afirmen haber visto u oído determinados eventos, noticias sensacionalistas en algún diario local o noticiero, películas taquilleras, que creer en Dios, en su Palabra, en la obra redentora de Jesucristo, aunque haya pruebas abrumadoras de ello. 

Me parecía increíble escuchar personas hablar sobre los distintos "rituales" a los que se sometían para sanar alguna dolencia, o conseguir un empleo, un negocio, dinero, por más descabellado o absurdo que pareciera, simplemente porque se lo había aconsejado su brujo o adivino de cabecera; mientras que su reacción ante el consejo de ir a Dios en oración por cualquier circunstancia, ir a Dios en actitud humilde, en arrepentimiento y pedir perdón, eso sí es para ellos absurdo, aunque afirman creer en Dios. La verdad no entendía cómo todo esto era posible.

Pero el Señor, en su misericordia me llevó a entender que desde la caída de Adán, a causa del pecado, los seres humanos somos incapaces de relacionarnos con Dios, aunque en nuestro interior sabemos que existe, nuestro concepto acerca de El está errado, nuestra relación con El está rota, dañada.

Los que no tienen el Espíritu de Dios no aceptan las enseñanzas espirituales, pues las consideran una tontería. Y tampoco pueden entenderlas, porque no tienen el Espíritu de Dios. (1 Corintios 2:14. NTV).

A pesar de todas las señales milagrosas que Jesús había hecho, la mayoría de la gente aún no creía en él. Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho:

«Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?
¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?».

Pero la gente no podía creer, porque como también dijo Isaías:

«El Señor les ha cegado los ojos
y les ha endurecido el corazón,
para que sus ojos no puedan ver
y su corazón no pueda entender
y ellos no puedan volver a mí
para que yo los sane».

Isaías se refería a Jesús cuando dijo esas palabras, porque vio el futuro y habló de la gloria del Mesías. Sin embargo, hubo muchos que sí creyeron en él —entre ellos algunos líderes judíos—, pero no lo admitían por temor a que los fariseos los expulsaran de la sinagoga, porque amaban más la aprobación humana que la aprobación de Dios. (Juan 12:37-43. NTV).

Así que fue por la voluntad de Nuestro Soberano Dios, a causa de nuestro pecado, que nos es imposible acercarnos a El y mucho menos comprender su Palabra, a menos que....

A ustedes se les permite entender los secretos del reino del cielo —les contestó—, pero a otros no. A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más comprensión, y tendrán conocimiento en abundancia; pero a los que no escuchan se les quitará aun lo poco que entiendan. (Mateo 13:11-12. RV60).

Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. (Juan 6:44. NTV).

Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. (Juan 14:6. NVI).

El día de descanso nos alejamos un poco de la ciudad y fuimos a la orilla de un río, donde pensamos que la gente se reuniría para orar, y nos sentamos a hablar con unas mujeres que se habían congregado allí. Una de ellas era Lidia, de la ciudad de Tiatira, una comerciante de tela púrpura muy costosa, quien adoraba a Dios. Mientras nos escuchaba, el Señor abrió su corazón y aceptó lo que Pablo decía. (Hechos 16:13-14. NTV).

Como vemos claramente en estos pasajes, sin la obra de Dios  en nosotros, a través de su Espíritu Santo, somos incapaces de acercarnos a El.

¿Estamos diciendo, entonces, que Dios fue injusto? ¡Por supuesto que no! Pues Dios le dijo a Moisés:

«Tendré misericordia de quien yo quiera
y mostraré compasión con quien yo quiera».

Por lo tanto, es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo ni de nuestro esfuerzo.

Pues las Escrituras cuentan que Dios le dijo al faraón: «Te he designado con el propósito específico de exhibir mi poder en ti y dar a conocer mi fama por toda la tierra». Así que, como ven, Dios decide tener misericordia de algunos y también decide endurecer el corazón de otros para que se nieguen a escuchar.

Ahora bien, ustedes podrían decir: «¿Por qué Dios culpa a las personas por no responder? ¿Acaso no hicieron sencillamente lo que él les exige que hagan?».

No, no digan eso. ¿Quién eres tú, simple ser humano, para discutir con Dios? ¿Acaso el objeto creado puede preguntarle a su creador: «¿Por qué me has hecho así?»? Cuando un alfarero hace vasijas de barro, ¿no tiene derecho a usar del mismo trozo de barro para hacer una vasija de adorno y otra para arrojar basura? De la misma manera, aunque Dios tiene el derecho de mostrar su enojo y su poder, él es muy paciente con aquellos que son objeto de su enojo, los que están destinados para destrucción. Lo hace para que las riquezas de su gloria brillen con mucha más intensidad sobre aquellos a quienes les tiene misericordia, los que preparó de antemano para gloria. (Romanos 9:14-23. NTV).

Padre que estás en los cielos, que tu nombre sea glorificado; gracias por darnos a conocer y permitirnos entender tu Palabra; gracias por el sacrificio y la obra redentora de tu hijo Jesucristo, mediante el cual podemos reconciliarnos contigo y volver a Ti. Que tu buena, agradable y perfecta voluntad y  tu misericordia sean en la vida de cada uno de nosotros; perdónanos nuestra necedad y negligencia; no permitas que sigamos cayendo en tentación y guárdanos del maligno; te lo pedimos y te damos gracias en el nombre de Jesús, amén y amén.


Bendiciones, Gracia y Paz.