miércoles, 23 de marzo de 2016

UN TEXTO SACADO DE CONTEXTO SE CONVIERTE EN UN PRETEXTO



No se trata de buscar la iglesia perfecta (como algunos argumentan justificando su temor a cambiar). Como tampoco se trata de ignorarlo bajo la premisa de no juzgar o amparados en 1 Tesalonisenses 5:21, ignorando los versículos anteriores y posteriores... O peor aún.. Librar una batalla que no les pertenece, creyendo ingenua y erróneamente que Dios los puso ahí como atalayas, y para orar y combatir "los espíritus" que se han apoderado de su amada iglesia. Atrapados bajo montañas de "trabajo y servicio para el Señor", inmersos en todas las actividades que prentenden "ganar almas" para Cristo, ciegos guiando ciegos.
Sí.. La iglesia perfecta no existe, de acuerdo hasta ahí.

Pero eso no puede convertirse en excusa para seguir viviendo en el error. Debemos buscar y defender la sana doctrina, el culto y adoración a Dios en espíritu y en verdad y no al hombre, que es lo que abunda por estos días y desde aquellos días..1 Pedro 2:2. 2 Pedro 2:1.

"Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio."  (2 Timoteo 4:1-5 RVR1960).

Esta misma exhortación y casi súplica del apóstol Pablo, continúa vigente y va dirigida a todos hoy día, como un amoroso recordatorio e invitación a no desviarnos ni a derecha ni a izquierda, sino a guiarnos única y exclusivamente por su Palabra, la Palabra del Señor, escudriñando las Escrituras; no viviendo según el modelo del mundo, sino dejando que Dios transforme nuestras vidas, con una nueva manera de pensar. Así podremos entender y aceptar lo que Dios quiere para nosotros y también lo que es bueno, perfecto y agradable a EL.

Que el Espíritu Santo nos guíe a toda verdad.

Bendiciones, Gracia y Paz.

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