Cuando me relacionaba con Dios a mi manera……..
…….mi vida era vacía y carecía de sentido. (filipenses 1:21)
……. creía que estaba haciendo las cosas bien y que era una buena persona porque no le hacía mal a nadie. (Génesis 4:3-5).
……. pecaba y no me importaba, ni siquiera era consciente de ello, pues vivía conforme a las leyes del mundo y como todo el mundo lo hacía, pues no era “tan malo” hacerlo. (Isaías 55:8-9; Efesios 2:2-3; 1 Juan 1:8-10).
……. rezaba, pero no oraba. (Mateo 6:7).
……. mis deseos estaban por encima de cualquier otra cosa; mis emociones y sentimientos me controlaban. (Tito 3:3)
……. hacía las cosas como a mi me parecían, sin contar con El, y cometí demasiados errores. (Proverbios 16).
..…. no tenía ni la menor idea de quién era Dios, no lo conocía. (Job 42:5; Juan 10:14-15; Juan 14:6-11)
……. jamás destinaba tiempo para estar en Su presencia; no lo consideraba necesario y además, estaba muy ocupada. (2 Crónicas 7:2; 14; Romanos 8:8)
……. jamás leía la Biblia, para qué? Si no la entendía. Pensaba que la Biblia era tan sólo un libro que contaba horrendas historias en el antiguo testamento, donde todo era sangre, muerte y sacrificios porque Dios era un Dios iracundo, pero que cambió con el nuevo testamento y ahora era un Dios bueno, de amor y que haría todo lo que yo quisiera y me daría todo lo que quisiera pedirle.
(Marcos 4:11-12; Santiago 4:3-5; 1 Juan 5:14).
desde que empecé a relacionarme con Dios a Su manera…..
…….mi vida ha sido transformada por el poder de Su amor y por su Gracia. (Romanos 8:1; 30; Juan 7:38)
……. comprendí y acepté mi incapacidad para hacer nada y mucho menos bueno, porque no está en mi naturaleza. Sólo guiada por Dios puedo hacer el bien. Como también Dios me hizo comprender que por más que me esforzara por hacer cosas “buenas”, esa no era la manera de alcanzar salvación. (Juan 15:4-5; Romanos 8:30; Efesios 2:8-9).
……. el Espíritu Santo me hace confrontar con mi pecado y me lleva al continuo arrepentimiento. (Romanos 6)
……. Aprendí a comunicarme con Dios, a orar realmente. (1 Tesalonisenses 5:17; Lucas 11:1; Filipenses 4:6)
…….Dios me ha enseñado que aunque tengo emociones, con Su ayuda las puedo controlar. (2 Timoteo 1:7; Jeremías 17:9)
……. Oro y consulto la Palabra de Dios en cualquier situación. (Salmos 119:105)
……. Dios puso en mi el deseo de conocerlo, de aprender más de El, a través de la oración y del estudio de las Escrituras. (Filipenses 2:13)
……. Como consecuencia de lo anterior, empecé a anhelar pasar tiempo con El, en su presencia, ya sea escuchando alabanzas, leyendo una porción de las escrituras, escuchando prédicas, orando. Su presencia se ha vuelto para mi cada vez más necesaria. (Salmos 42; Isaías 26:9)
……. Cada día leo más las Escrituras y la revelación del Espíritu Santo cada vez es mayor; cada día escudriño más para aprender, comprender y practicar más. (Juan 16:13; Proverbios 2:1-5; Juan 5:39; Hechos 17:11)
Finalmente he comprendido el significado de que Jesucristo no vino a abrogar la ley sino a cumplirla, que no es otra cosa sino que pagó por mis pecados y ya no tengo yo que pagar por ellos, pues que el mismo delito no puede ser juzgado dos veces y dos personas no pueden pagar por el mismo delito. Lo único que puedo hacer es tratar de vivir conforme al propósito de Dios, la vida que Jesús murió para que yo tuviese y estar infinitamente agradecida por lo que por gracia he recibido ya que no lo merecía y aún así lo recibí por misericordia divina. Y jamás perder de vista que Dios, siendo inmutable, siempre ha dado instrucciones precisas acerca de la manera como quiere que nos relacionemos con El y definitivamente es a SU manera y no a la nuestra.
Gracias Señor por tan grande misericordia y perdón. La gloria y la honra sean para Ti por los siglos de los siglos, amén.
Bendiciones, Gracia y Paz
1 comentario:
Tú que crees en Dios a tu manera, consideras posible que Dios todopoderoso, creador del universo, dador de la vida, soberano, Dios de orden, dejaría a la criatura creada, imponer la "manera" de relacionarse con ÉL??
"Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios" Romanos 1: 21-22
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