domingo, 10 de abril de 2016

UNA IGLESIA INFANTIL


Quizá por la dureza de nuestro corazón, por nuestra falta de fe e incredulidad, por nuestro pecado, por el afán de complacer nuestros deseos egoístas y emociones, hemos fabricado nuestro propio becerro de oro como lo hizo en su momento el pueblo de Israel en el desierto. Es tanta nuestra necesidad de llenar ese vacío espiritual que queremos llenarlo a como dé lugar y con cualquier cosa que nos satisfaga aunque no sea por completo y tan sólo de resultados por un breve espacio de tiempo.

"El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza". Friedrich Nietzsche.


Los israelitas le exigieron a Aaron un dios para adorar, algo tangible, que pudieran ver y tocar, aunque era Dios quien los había salvado y traído hasta donde estaban, cuidándolos, alimentándolos, protegiéndolos.. Pero ellos dejaron de creer, perdieron la fe...necesitaban desesperadamente llenar sus sentidos...satisfacer sus emociones.

Algo muy similar ocurrió con los fariseos, quienes habían creado al Mesías a su imagen y semejanza y no les cabía en la cabeza, ni podían aceptar que un hombre humilde, hijo de un carpintero, que además se juntaba con lo "peorcito" de la sociedad de entonces, fuera el tan esperado Mesías, el hijo de Dios, el Salvador del mundo.

Y nosotros, no estamos tan lejos.

Tristemente, se tiene en tan poca estima, parece tan poca cosa, porque no se comprende realmente la magnitud del sacrificio de Jesús en la cruz, que se hace necesario entonces adornar el evangelio, agregándole promesas de bienestar y confort, para que resulte atractivo a más personas. Se hace necesario realizar muchas actividades diferentes y entretenidas para que la gente se sienta a gusto y no le parezca aburrido ir a la iglesia; se hace necesario invitar al cantante (mal llamado salmista) o predicador o "profeta" de moda, para que les diga lo que les gusta oir, así no sea cierto; todo ésto porque los tiempos han cambiado y por ende las estrategias deben ir acorde.

En el nombre de Jesús y a cuenta del Espíritu Santo, se organizan conciertos, tomas en barrios, cruzadas, campañas de evangelización, etc. Amparados en Mateo 28:19 totalmente descontextualizado; desconociendo por completo la manera de hacerlo, pues todo se vale con tal de ganar almas para Cristo; olvidando que Dios es un Dios de orden (1 Corintios 14:33;40) y en su soberanía, jamás apoyará algo que El no haya dicho u ordenado.

Y muchos dirán "la iglesia está llena; hemos cumplido con la gran comisión y estamos cumpliendo porque llenamos la iglesia". 

Si. Está llena... pero de qué? No del Espíritu Santo, eso es seguro.

O... De quienes está llena? De gente inconversa, llena de sueños y deseos egoístas por cumplir, pero vacías e inmaduras espiritualmente.

Y lo más triste e irónico....Llena de personas que en su mayoría creen ser salvas y no lo son.


Bendiciones, Gracia y Paz


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