lunes, 3 de julio de 2017

JESUCRISTO, El único Mediador entre Dios y el hombre


Si decimos que creemos en Dios, que creemos en su Hijo Jesucristo, que creemos en su obra redentora en la cruz, que creemos que la Biblia es la palabra de Dios, entonces veamos lo que Su Bendita Palabra afirma acerca de Jesucristo como único mediador entre Dios y el hombre y su alcance (es decir, de quiénes es mediador); pues al día de hoy reina mucha confusión al respecto, entre otras muchas confusiones, falsas creencias y falsas esperanzas; y Dios, en su infinita misericordia, y a través del su Santo Espíritu, te permita a ti amigo lector, comprender y aceptar su verdad, ya que es la única que existe.

"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre," 1 Timoteo 2:5 RV60.

Creo que este versículo no requiere de ninguna explicación, pues deja claro que hay un único mediador : JESUCRISTO; pero y qué quiere decir eso? que la misma Biblia responda esta pregunta:

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.Juan 14:6 RV60.

"Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí." Juan 6:44-45 RV60.

Según estas palabras de Nuestro Seños Jesucristo, El es el único camino hacia el  Padre; pero también afirma que es el mismo Padre quien nos coloca en ese camino.

"Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia." Romanos 9:16 RV60.

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." Efesios 2:8-9 RV60

No es tu decisión, no es si tu quieres o no, no son tus "buenas" obras, es tan sólo por la Gracia irresistible de Dios, quien te da la fe para creer y llegar a los pies de Cristo, a conocerle, y a ser salvo para tener vida eterna con El.

Lo anterior abre paso a una incógnita: si la decisión de salvar depende de Dios exclusivamente, El trae a todos a Cristo? y si tantas personas en el mundo afirman creer en Cristo, por qué no todas están en ese camino?

Nuevamente las Sagradas Escrituras tienen la respuesta.

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó." Romanos 8:28-30 RV60.

(No son todos, sólo los que fueron llamados por Dios desde antes de la fundación del mundo)

"Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." Juan 10:14-15,26-28 RV60

(No son todos, solo "sus ovejas", las que oyen Su voz, a las que El conoce y le siguen).

"Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero." Juan 6:37-40 RV60

(No son todos, sólo los que el Padre le da a Cristo, mediante la fe en el creer en El).

Que el Espíritu Santo de Dios, ilumine la Escritura para todo aquel que "escucha" estas palabras, y transforme corazones de piedra en corazones de carne, para ser sensibles al Evangelio, y les haga comprender que es necesario venir a Cristo, en arrepentimiento y fe, porque a raiz de la caída, todos quedamos muertos espiritualmente y merecemos la ira de Dios por nuestro pecado, el que heredamos de Adán. Dios tenga misericordia de nosotros. En el nombre de Jesús, amén.


Bendiciones, Gracia y Paz

domingo, 9 de abril de 2017

SI DESCONOCES LO GRAVE QUE ESTÁS...



Si alguien no sabe lo enfermo que está, jamás acudirá al médico por tratamiento o medicina que le ayude a sanar, mejorar o controlar su condición. Ésto en cuanto a la parte física.

De igual manera ocurre con la vida espiritual. Si se desconoce el estado tan deplorable en el que se encuentra el ser humano, a causa de la caída, difícilmente sentirá la necesidad de un Salvador, y un Salvador para qué? si estoy "bien", si no soy tan "malo" como otros, podría afirmar alguno, olvidando o desconociendo Rom. 3:9-12; y la "aguada" predicación actual no ayuda, pues por una parte están los que no le encuentran sentido y no requieren de un Salvador, porque confían en que sus propias obras los salvarán Efe. 2:8-9, ignorando que el único capaz de salvar es Dios Lc. 18:26-27, porque a esto se refiere este pasaje en el Evangelio de Lucas, a la incapacidad del hombre de salvarse a sí mismo, a nada más, como tanto se escucha hoy.

Y por otro lado están quienes creen que Jesús es su "genio de la lámpara" y que con sólo invocarlo y el poder de su sangre derramada, sirve para todo propósito. Este grupo busca a Jesús por lo que El les puede dar tal como los protagonistas de Juan 6:26-27, y no por lo que El es y representa. Ingenuamente creen que si van a la iglesia y buscan a Jesús, El los sacará de deudas, hará que consigan trabajo o hagan el negocio de sus vidas, restaurará su matrimonio, les ayudará con sus hijos rebeldes, drogadictos u homosexuales; los sanará de alguna enfermedad, o mejor aún, no dejará que se enfermen. Tan arraigada está esta concepción de Cristo hoy día, que cobran vigencia, como siempre y con mucha fuerza, las palabras del Apóstol Pablo en 1 Cor. 15:19.

Amig@ que lees ésto y que quizá te identifiques con alguno de los dos grupos de personas expuestos arriba, ruego a Dios por ti, para que abra tus ojos y toque tu corazón, y te permita ver y ser consciente de tu verdadera condición y de la gran necesidad que tienes de un Salvador, Jesucristo el Señor, sin el cual ninguno verá a Dios Juan 14:6.

Acude a El en arrepentimiento y fe, y El, que es fiel y justo, te perdonará y lavará tus pecados. Doblega tu orgullo y reconoce que no hay nada que puedas hacer en tus propias fuerzas o con tu sabiduría para alcanzar la Salvación que tanto necesitas. 

"Un corazón duro y no arrepentido saca al hombre de la esfera de la Gracia Divina. Un hombre orgulloso en su moralidad es insensible a la necesidad de un Salvador." Ps. Pablo Andrés Prieto.


Bendiciones, Gracia y Paz





inspirado en la prédica "La miserable condición del hombre ante el juicio de Dios. Juzgado por sus obras." Basada en Rom. 2:5-11. Ps. Pablo Andrés Prieto Sánchez.





sábado, 11 de febrero de 2017

DE VIDA O MUERTE



Si lo único seguro que tenemos en esta vida es la certeza de que un día vamos a morir, si al morir únicamente tenemos dos destinos posibles (cielo o infierno), si esta vida es tan corta y temporal, si en cambio, como dice el autor del libro de Eclesiastés, (Ecl.11:8) estaremos muertos por más tiempo del que estuvimos vivos (eternidad)….por qué entonces le damos tan poca o ninguna importancia a nuestro destino final? Por qué entonces nos aferramos tanto a esto que hoy “tenemos” y que mañana sólo Dios sabe? Por la dureza del corazón…teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; (Efe. 4:8) Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, (Rom. 2:5). Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante, (Jer. 7:24). Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. (Sal. 81:12).

Aún es tiempo…Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. (Isa. 55:6)

Dios es paciente... Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, (Sal. 86:15)

El tiempo está cerca….El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9)

Arrepiéntete de tus pecados….Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. (Mat. 4:17)

»Mira, hoy te doy a escoger entre la vida y la muerte, entre lo bueno y lo malo, entre la vida y el éxito, o la muerte y el desastre. Si obedeces los mandamientos del SEÑOR tu Dios que te ordeno hoy, amas al SEÑOR tu Dios, vives como él manda y obedeces sus mandamientos, normas y leyes, entonces vivirás ….. »Llamo hoy al cielo y a la tierra para que sean testigos: Yo te estoy dando a escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige la vida para que tú y tus descendientes puedan vivir, amando al SEÑOR tu Dios, obedeciéndolo y estando cerca de él, porque al hacer esto tendrás vida ….. (Deu. 30:15;19).

Ruego a Dios por ti que lees esto para que toque tu corazón y abra tus ojos y oídos al entendimiento de estas verdades espirituales y así tomes tu decisión. Sólo Cristo es el camino a la Salvación, a Dios (Hec. 4:12). Sólo Cristo puede salvarnos de la ira de Dios. (Lc. 16:19-31).

Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus antepasados servían al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia serviremos al SEÑOR. (Josué 24:15)

A ti Señor sea la Gloria por los siglos de los siglos Amén.



Bendiciones, Gracia y Paz

jueves, 9 de febrero de 2017

UN VERDADERO AVIVAMIENTO


¿De dónde viene la vida? ¿La vida física? ¿La vida espiritual? Viene de Dios, que al soplar Su vida en nuestros cuerpos, nos da vida. Si esto no ocurre estarían nuestros espíritus muertos, sin vida. Dios sopla Su vida en nosotros.

El mensaje a estos huesos es, “He aquí, haré entrar en vosotros espíritu [ruach, el espíritu de Dios, el aliento de Dios], y viviréis.” Es una imagen de resucitación de boca-a-boca, más o menos. Eso es lo que necesitamos en la iglesia hoy. Necesitamos el aliento de Dios. Necesitamos que Dios se ponga sobre nuestros cuerpos sin vida y sople Su vida en nosotros para poder vivir.

Y nada va a pasar si Dios no escucha o interviene. Nuestra parte no es el dar vida a las personas. Esa es la parte que le corresponde Dios. Pero Dios nos está llamando a ejercitar nuestra fe. Él te está llamando a ti a ejercitar tu fe – fe con relación a ese valle de huesos secos donde vives o dónde trabajas o de donde tu ministras, quizás dentro de tu propio hogar – a creer que por el poder de Dios estos huesos secos pueden vivir de nuevo.

Vemos en las palabras de Ezequiel para los huesos secos que no es el trabajo de Ezequiel. No es el trabajo de los huesos secos. Ciertamente ellos no pueden darse vida así mismos de nuevo. Es la obra de Dios. Es el aliento de Dios, el Espíritu de Dios. Dios dice, “Pondré tendones sobre ti, haré carne crecer sobre vosotros… y pondré espíritu en vosotros.”

De principio a fin, la regeneración y el avivamiento son trabajo de Dios. No podemos provocar un avivamiento. Lo que podemos hacer que suceda, como un maestro Bíblico de nuestra generación ha dicho: “Podemos levantar las velas de nuestros barcos para atrapar el viento del cielo cuando Dios elija soplar sobre Su pueblo una vez más.” 

En el versículo 7 Ezequiel dice, “Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí, había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero” y aquí esta el problema “no había espíritu en ellos.” (Versículos 7-8). No había ruach. No había espíritu. ¡No había vida!

Estos huesos se habían juntado, pero todavía estaban muy muertos. No había aliento. No había vida.

No es suficiente el juntarnos y hacer ruido, hacer alboroto, como esos huesos que todavía están muertos. Esa es una imagen de reformación moral sin el trabajo vivificador del Espíritu de Dios.

Esta es una ilustración de donde se encuentran muchas de nuestras iglesias, nuestros hogares y nuestras propias vidas hoy. Hay una buena apariencia exterior, pero no hay verdadera vida. Hay poca evidencia de vida espiritual. No hay aliento. No hay poder de Dios. No hay marca del Espíritu sobrenatural de Dios latiendo por nuestros cuerpos y en nuestros hogares y en nuestras Iglesias. 

La gente puede entrar hoy en una iglesia evangélica promedio y decir, “Hay muchas cosas pasando aquí; mucho ruido, muchos programas, mucha conmoción.” Pero, tal y como observaba un líder cristiano, lo triste es que si se retirara el Espíritu de Dios de una de estas iglesias, el 90% de lo que está ocurriendo seguiría sucediendo. No habría ninguna diferencia porque mucho de ello es nuestro esfuerzo, nuestra inventiva, nuestra creatividad, y no el ruach, o el Espíritu de Dios.

Hoy en día, la falta de vida en nuestras iglesias y en nuestras vidas no es por todas esas religiones falsas que hay allá afuera. Es por los huesos secos que hay dentro de las iglesias. Ese es el problema en nuestro mundo. Por eso es que el evangelio no está saliendo con más fuerza y más vitalidad hacia nuestro mundo. Por eso es que no es más persuasivo en nuestro mundo, porque muchas de nuestras iglesias están llenas de huesos secos.

Podemos predicar y proclamar la Palabra de Dios todo el día, pero no habrá vida hasta que oremos y supliquemos a Dios, y Dios escuche esas oraciones y se mueva y haga que Su aliento sople en estos huesos secos. Somos totalmente dependientes de que el Espíritu Santo de Dios traiga avivamiento mientras nosotros lo buscamos. A menos que Dios se mueva sobrenaturalmente en ellos y les dé vida, esos huesos secos no van a hacer nada en respuesta a la predicación.

¿Pero sabes qué? Nuestra parte no es hacer que los huesos vivan. Ese no es nuestro trabajo. Nuestro trabajo es el proclamar la Palabra del Señor.

¿Cuál es el motivo de predicarle a esos huesos secos? No pueden responder. No tienen vida. Dios dice, “Predica de todas formas. Predica, y déjame a mí traer vida.”

Muchos de nosotros como creyentes no tenemos ni idea de quien es Dios verdaderamente. Sabemos mucho de El, pero no estamos experimentando la vida, la vitalidad, el poder transformador del Espíritu de Dios en estos huesos.

Si tienes un pastor que está predicando la Palabra de Dios, dale gracias a Dios por ese hombre, y ¡ora por él! Ora que Dios le dé valor y fe y unción y fidelidad para seguir predicando y seguir proclamando, aun cuando quizás parezca que la gente no está escuchando o respondiendo. 

Señor, a Ti te oramos. Aliento de vida, visítanos. Ven, Espíritu de Dios. Mueve estos huesos secos. Llénanos de vida. Sopla sobre nosotros, aliento de Dios; llénanos nuevamente con vida, que sepamos —que los que están a nuestro alrededor sepan, que las naciones sepan— que Tú eres Dios. Hazlo por el bien de Tu gran nombre, por el bien de Tu gran reino, y que el evangelio pueda seguir adelante con poder en nuestro mundo, con credibilidad, mientras estos huesos secos recobran la vida. Te bendecimos y te damos gracias, oh Espíritu de Dios, por moverte entre nosotros. En el nombre de Jesús, amén.


Bendiciones, Gracia y Paz







Extracto de "Vivirán estos huesos? Eze. 37:1-14 avivanuestroscorazones.com






sábado, 28 de enero de 2017

CONOCIMIENTO DOCTRINAL NO ES IGUAL A CRECIMIENTO ESPIRITUAL




En Santiago 1:22 leemos: “Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos”. ¿Estamos tomando eso en serio?

Somos tan pecadores y necesitamos tanto de la gracia de Dios, que rápidamente creemos que sólo por el simple hecho de saber más sobre lo que dice la Biblia ya hemos crecido más en amor y humildad.

Al diablo le encanta que creamos que el conocimiento doctrinal es igual al crecimiento espiritual, porque es mentira. Esa idea, al contrario, nos inclina al orgullo espiritual y nos conduce a tener una mentalidad un tanto superficial a la hora de discipular a otros: Creemos que los problemas de los demás se resolverían simplemente si supieran sobre algunos hechos.

Judas escuchó todos los sermones de Jesús, y mira qué pasó con él. De hecho, el diablo sabe doctrina bíblica y conoce cuán santo, digno y bueno es Dios, mucho más que nosotros, y sigue siendo diablo ( Santiago 2:19).

Esa es la razón por la que hay personas que tienen la doctrina del evangelio pero son legalistas, personas que pueden argumentar exquisitamente la doctrina de la santificación pero no se toman en serio el llamado a vivir en santidad, personas que conocen la doctrina de la gloria de Dios pero no le dan a Dios la honra que Él merece, personas que saben que la salvación es sólo por gracia pero viven con orgullo.

Dios confronta a sus hijos constantemente por fallar al no abrazar de todo corazón las cosas que ya sabemos. Cuanto más conocemos la verdad, de alguna manera somos más responsables de creerla y vivir de acuerdo a esta (Mat 5:19-20).

En 2 Timoteo 3:16-17 vemos que el conocimiento de la Palabra de Dios es absolutamente necesario para el crecimiento espiritual. Sin conocimiento, no habrá crecimiento. Pero, es posible conocer y no crecer. Y en realidad, eso no es conocer las cosas como realmente son (1 Corintios 8:2).

Por eso quiero terminar este artículo llamándote a que nos unamos a esta oración del salmista: “Favorece a tu siervo, para que viva y guarde tu palabra. Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley… Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón” (Salmos 119:17-18; 34).

Necesitamos pedir esto a diario si queremos madurar espiritualmente al profundizar en la Palabra de Dios.


Bendiciones, Gracia y Paz





fuente: http://josuebarrios.com/conocimiento-doctrinal-crecimiento-espiritual/

miércoles, 18 de enero de 2017

HAGASE MI VOLUNTAD: RESULTADO DE UNA FALSA DOCTRINA


Si como cristiano, como verdadero creyente, toda tu vida está en las manos de Dios, el Dios Todopoderoso, Soberano, cuya Voluntad está por encima de todo... aclárame una duda:

¿QUE ES LO QUE TIENES QUE ARREBATARLE AL DIABLO? Acaso el poder del diablo es mayor que el Poder de Dios? o se te olvida que el diablo fue vencido en la Cruz del Calvario? 

Si tienes algo que arrebatarle al diablo, entonces tu vida no está en las manos de Dios y por consiguiente NO eres un verdadero creyente.

¿Decretar, declarar, arrebatar? esas no son enseñanzas bíblicas. Si esto es lo que haces sólo demuestras dos cosas: La primera es que NO conoces a Dios o por lo menos no al Dios de la Biblia y segundo, muestra tu soberbia al creer que tu palabra tiene poder al no depender de la voluntad de Dios que demostramos sometiéndonos a ella a través de la oración.

Aún nuestro Señor Jesucristo se sometió a la voluntad del Padre:

Lucas 22:42: diciendo: Padre, SI QUIERES, pasa de mí esta copa; pero NO SE HAGA MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA. (Marcos 14:36; Mateo 26:42; Mateo 26:39)

Si Cristo, siendo Dios mismo, se sometió a la voluntad del Padre, quién eres tu para no hacerlo?

Todo, absolutamente todo está bajo el control de Dios, nada se le escapa, ¡aún las cosas "malas" que nos suceden¡ no olviden que Satanás le pidió permiso a Dios para zarandear a Job:

Job 1:12: Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Dios permite que nos sucedan cosas "malas" con un propósito y es conformar nuestro carácter a imagen de Cristo.

Seamos como Job que dijo:

Job 1:21-22: y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

En Dios TODO tiene un propósito (no tiene que ver contigo ni conmigo) y es Su Gloria.

Jeremías 29:11:Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Y cual es el fin que como cristianos esperamos? La vida eterna... la esperanza suprema de vernos cara a cara con nuestro amado Dios... todo lo demás es añadidura, efímero y perecedero.

Déjame hacerte una pregunta:

¿Qué pensarías de un criminal que tiene en sus manos el poder para emitir decretos? Lo primero que haría sería decretar su libertad. Quizás lo segundo, decretar que otros fuesen despojados de sus pertenencias y transferidas a su cuenta...

¿De veras crees que Dios le ha dado al hombre el poder para decretar, para que lo que el hombre decrete, así mismo suceda? Amig@, en una línea la respuesta es ésta: Cuando Dios le de al hombre el poder para decretar, en ese momento, Dios deja de ser Dios para que el hombre tome su lugar.

El "Decreto" es una prerrogativa exclusiva del Gran Yo Soy, de quien es perfecto y tiene toda sabiduría para que su decreto sea siempre "bueno, agradable y perfecto" y de quien tiene todo el poder para que "conforme dice, así siempre sea hecho".

Decir "Yo decreto" es usurpar la labor de nuestro Juez y Señor, y hacerlo en el nombre de Cristo, es añadir pecado al pecado, mencionando el Nombre del Señor en vano.

Entonces, eres humilde y te sometes a la voluntad de Dios en oración o eres soberbio y sigues declarando, decretando y arrebatando?

Santiago 4:6: Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.


Bendiciones, Gracia y Paz



Tomado del muro de Juan Carlos Arenas Castillo

martes, 17 de enero de 2017

EL TAMAÑO DE LA FE


Siempre había escuchado que la fe mueve montañas, que debía tener mucha fe, que el tamaño de mi fe era directamente proporcional a la obtención de mis sueños y anhelos, que si no veía resultados en mi vida era porque no tenía la fe suficiente. Debo confesar que por algún tiempo creí estas afirmaciones y me sentí frustrada y culpable ante Dios, quien en su infinita misericordia y por su gracia y para su gloria me mostró lo siguiente:

Después los seguidores se acercaron a Jesús y le preguntaron en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? Jesús les dijo: —Eso fue porque ustedes tienen muy poca fe. Les digo la verdad: si su fe fuera tan sólo como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí para allá”, y esta se movería. Nada les sería imposible. (Mat. 17:19-20.PDT)

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. (Rom. 12:3.RV60).

Fijemos nuestra mirada en Jesús, en quien la fe empieza y termina. En vez del gozo que podía haber tenido, sufrió la muerte en la cruz y aceptó la humillación como si no fuera nada. Después se sentó a la derecha del trono de Dios. (Heb. 12:2.PDT).

Jesús le dijo: —No digas: “Si puedes hacer algo”, todo es posible para el que cree. (Mar. 9:23.PDT)

Entonces los llevó afuera y les dijo: —¿Qué debo hacer para ser salvo? Le respondieron: —Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y todos los de tu casa. (Hec. 16:30-31.PDT)

Cuando sus seguidores vieron esto, se sorprendieron y dijeron: —¿Cómo se secó la higuera y murió tan rápido? Jesús les respondió: —Les digo la verdad: si ustedes tienen fe y no dudan, no solamente serán capaces de hacer lo que yo hice con la higuera. Es más, podrán decirle a esta montaña: “Levántate y lánzate al mar” y así sucederá. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración. (Mat. 21:20-22.PDT)

Repasando estos pasajes, con la ayuda del Espíritu Santo, pude comprender que el tamaño de la fe no es lo importante, porque a todos Dios nos dio una medida de fe. Lo que sí es realmente importante es el objeto de la misma; es decir en quien está puesta nuestra fe (Jesús el autor y consumador).

El no lograr algunas cosas no implica necesariamente fe insuficiente; sino mas bien que nuestra fe está puesta en nosotros mismos, en que en nuestras fuerzas podemos hacer algo y Mateo 17 lo dice claramente, una fe tan pequeña como un grano de mostaza pero en Dios, no en nosotros y acompañada de oración conforme a Su voluntad, puede hacer cualquier cosa, pues nada hay imposible para Dios.


Señor hoy te pedimos que esa medida de fe que nos has dado a cada uno, sea puesta únicamente en ti, no para mover montañas, pues sólo era una ilustración, sino para vivir para glorificarte, para obedecerte, permanecer fieles y firmes, totalmente dependientes de ti, conscientes de que apartados de ti, nada podemos hacer. Te lo pedimos y te damos gracias en el nombre de Jesús, confiados en que tu harás conforme a tu perfecta voluntad. Amén.


Bendiciones, Gracia y Paz