martes, 3 de mayo de 2016

BATALLANDO CON LA INCREDULIDAD


.....Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos. (Juan 9:13-16. RVR)

Cuando presentamos a un incrédulo, la verdad que para nosotros además de ser un tesoro, es incuestionable, nos encontramos con algunas características que no deben sorprendernos, aunque nos duela. Después de todo, no podemos perder de vista que la Palabra describe que estas personas, que no han recibido la gracia de Dios, tienen un corazón de piedra; el resultado natural de un corazón que no ha sido transformado por Dios.

El corazón incrédulo es tan irreflexivo y obstinado, que desesperada e infructuosamente busca cualquier explicación que se ajuste a sus conceptos e ideas o suposiciones que no cuentan con bases sólidas.

El corazón incrédulo es ridículo y actúa de manera irracional; va en contra de lo que sabe en su interior que es así; incluso al punto de exigirnos mantener apartadas nuestras creencias de cualquier relación, so pena de romperla.

El corazón incrédulo es infame y responde con violencia porque no puede resistir el peso de la verdad.

Las personas con un corazón incrédulo, prefieren rechazarnos y sacarnos de sus vidas antes que aceptar la verdad ante sus ojos, antes de aceptar lo innegable; responden violenta y groseramente, incluso a veces con burlas, aunque no sólo ven los cambios en tu persona y manera de vivir, sino que abiertamente lo expresan, tal como lo hicieron estos fariseos de la historia, (Ver Juan 9) quienes también ven y aceptan verbalmente el milagro frente a sus ojos, pero se niegan a aceptar quién es realmente su autor. E inevitablemente, como en aquella época expulsaban de las sinagogas a cualquiera que aceptara que Jesús era el Mesías, así mismo, nosotros seremos “expulsados” de la sociedad actual, porque no podemos vivir de la misma manera, ni mucho menos aceptar las “verdades” de un mundo sin Dios.

Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; (2 Timoteo 3:12. RVR)

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7.RVR)

Por lo cual asimismo padezco ésto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros. (2 Timoteo 1:12-14.RVR)

Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. (Deuteronomio 30:6.RVR)

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. (Ezequiel 36:26.RVR)

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:19-20.RVR)

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, (1 Corintios 4:5-7.RVR)

Siempre debemos recordar que la obra es de Dios y que El prometió estar con nosotros, a quienes nos corresponde esparcir la semilla; pero el terreno donde caiga y lo que produzca, es potestad del Señor, quien en su soberanía de quien quiere tiene misericordia, así que no depende del que corre o del que quiere.


Bendiciones, Gracia y Paz






Inspirado en la predicación "Características de la Incredulidad" del Pastor Pablo Andrés Prieto. IBR Decisión Jesús.

3 comentarios:

Cesar Angel dijo...

Edificante mensaje. Son los falsos pastores que se predican a si mismos. Por eso ven con desprecio al que vive como Cristo y predica a Cristo.

Vida con propósito dijo...

Edificante el mensaje sin duda alguna, que bendición. Dios siempre de de ser el único dueño y Señor de nuestra vida, fuimos creados para adorarlo.

Monique Acevedo T. dijo...

Así es, el fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de Su presencia para siempre.