Hoy, en mi tiempo de oración mientras caminaba, mi mente estuvo a punto de explotar al entender cómo se relacionan varias cosas que he escuchado y leído en los últimos días. Cobró vida el pasaje de Isaías 55:8-9, comprendí por qué Dios no nos da todo lo que queremos y no siempre comprendemos, recordé la Parábola de los Talentos. Pero bueno, eso es para otro post. Volviendo al tema que nos ocupa, el versículo de hoy es Salmos 119:105 y meditando en él, pensé que durante nuestra predicación de ayer sobre la carta a los Hebreos, nuestro pastor enfatizaba que el autor, inspirado por Dios, daba serias advertencias y las graves y reales consecuencias de descuidar una salvación tan grande como menciona al inicio de dicha carta en el capítulo 2.
Dios es tan bueno, fiel y misericordioso que cumple Su palabra, no nos deja solos, nos cuida y advierte; lo que pasa es que somos tardos para oír y nos dejamos llevar por nuestras inclinaciones pecaminosas, que nos hacen olvidar y dejar de lado todas las herramientas que Él ha provisto para que llevemos una vida que sea agradable al Señor. Tenemos Su bendita palabra, y Su Espíritu Santo que la ilumina, siendo para nosotros, como dice el pasaje de hoy, luz que nos guía hacia dónde ir o qué hacer.
Bendito Señor, gracias por no dejarnos huérfanos, por todas y cada una de tus enseñanzas plasmadas en Tu palabra, por tu Espíritu Santo que nos guía e intercede por nosotros. Ayúdanos a amarte, a disfrutar de ti y ser cada día más diligentes en buscarte. Gracias por tu Hijo Jesucristo por quien tenemos redención, vida eterna y acceso directo a Ti, en cuyo nombre oramos. Amén.
Bendiciones, Gracia y Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario