La sana doctrina depende de una correcta interpretación de la Biblia. Es muy delicado decir que algo “está en la Biblia” sin que lo esté. Y como la gente por lo general no lo corrobora, termina creyéndolo, recibiéndolo y adoptándolo como Palabra de Dios. Un envase puede tener la etiqueta “Jugo de Frutas” pero contener veneno. De igual manera, en nuestro tiempo, muchos maestros dicen con ligereza y desfachatez que lo que enseñan “está en la Biblia”, pero muchas veces lo que siembran son mentiras, mientras muchos las reciben incluso con buen corazón y esperanza (pero con ignorancia), tan sólo porque tales falsedades incluyen una o dos referencias bíblicas, que han sido descontextualizadas.
La regla 2 de la hermenéutica nos invita a tomar las palabras o frases y entenderlas en el sentido completo del texto. Es decir, podemos utilizar las mismas palabras o frases, pero según el sentido en el cual son dichas, su significado cambia.
Veamos estos ejemplos:
Palabra “Carne”
(Gen. 6:12): “toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”. Aquí la palabra “carne” significa persona y “camino” significa costumbres, modo de vivir o proceder; el texto está diciéndonos que “toda persona había corrompido su modo de vivir”.
(Ef. 2:3): "Vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne…”; aquí la palabra carne se refiere a los deseos que nos llenan de placeres y deleites y que satisfacen únicamente a nuestros sentidos pero jamás a nuestro espíritu.
Palabra “Fe”
(Heb.11:1): “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” He aquí la definición de fe en su máxima expresión en el sentido de confianza.
(Gal. 1:23): “Solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.” Del conjunto de palabras de esta frase vemos claramente que la palabra fe, aquí se refiere a la doctrina del evangelio.
Palabra “Salvación”
(Rom. 13:11): “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” Salvación se refiere a Jesucristo, a su segunda venida.
(Heb.2:1-3): “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron…” Dentro de este pasaje, salvación significa “el mensaje” o “el evangelio”, el cual habían escuchado los hebreos. En ningún momento significa que la salvación se pueda perder.
Bendiciones
1 comentario:
Verdad es que hoy los falsos profetas disfrazan las mentiras con pequeñas verdades,sacando el texto del contexto,para acomodarla a su amaño.
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