martes, 5 de enero de 2016

NI SON TRES, NI SON REYES, NI SON MAGOS (de los que hacen magia)

historia de los reyes magos



Hoy 6 de enero, como todos los años, en muchas partes del mundo se celebra del día de los "Reyes Magos"; pero realmente, de dónde proviene esta celebración y cuál es el real significado de estos misteriosos personajes registrados en el evangelio de Mateo?

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.... Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo 2:1-2; 9-11 RVR1960).

Como vemos, en este pasaje, Mateo habla de "unos magos de Oriente" que entraron a la casa; no menciona en ninguna parte que fueran 3, ni sus nombres, ni mucho menos que fueran reyes. Hace la precisión de que la visita tuvo lugar en casa de Jesús (es decir ya no estaba en el pesebre), pero no se sabe con exactitud el tiempo transcurrido. Estas son tan solo creencias agregadas varios siglos después del nacimiento de Jesús y que se han mantenido arraigadas en la tradición popular, aunque sin sustento bíblico.

La palabra «mago», proviene del elamita ma-ku-ish-ti, que ―pasando por el persa ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu―llegó al griego como μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi) y de ahí al latín magi, /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español; término que no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a ‘hombres sabios’ o, más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras. (Fuente: Wikipedia).

A partir de ese relato, se han ido elaborando numerosas leyendas sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras.

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Los tres regalos también tienen su significado: oro (representa su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando su sufrimiento y muerte futura).

Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos a Jesús, la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad. A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar", que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath".

Lo que sí se evidencia en el escrito de Mateo es el enorme deseo de estos "sabios de Oriente" por conocer al Rey de Reyes y adorarle, actitud que todos nosotros deberíamos imitar.


Bendiciones, Gracia y Paz



No hay comentarios: