Este capítulo del evangelio de Mateo inicia con la petición a Jesús de señales del cielo por parte de los fariseos y saduceos, lo cual resulta irónico y absurdo, luego de todas las que ya había hecho.
Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo…..La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue. (Mateo 16:1-4.RVR1960)
A raíz de este suceso, Jesús aprovecha para prevenir a sus discípulos sobre las enseñanzas y doctrinas falsas promovidas por ellos (fariseos y saduceos). Los discípulos no entienden cuando Jesús les menciona la “levadura”, piensan que se refiere al pan, pero recordemos que la palabra “levadura” en las Escrituras representa el pecado y es eso precisamente lo que Jesús quiere comunicarles, que se cuiden de escuchar y seguir esas doctrinas que los llevan al pecado.
Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer pan. Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan….. ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos. (Mateo 16:5-12. RVR1960)
Continúa Jesús con la enseñanza : Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? (Mateo 16:13-15.RVR1960).
A Jesús en realidad poco le importaba qué o quién piensen los demás que es El; lo verdaderamente importante para El es que sus discípulos lo sepan con certeza, ya que precisamente los fariseos y saduceos eran sus principales enemigos al negar su identidad, al no aceptar que el era el hijo de Dios; y Pedro se arriesgó a responder.
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo. (Mateo 16:16-20.RVR1960).
En el idioma original (griego) (regla 1 de la hermenéutica) la palabra “Pedro” era petros = piedrita o piedrecilla y la palabra “roca” = petra; nótese que son dos palabras distintas, por lo cual fue sobre “petra” (roca) (se refiere al evangelio) y no sobre “petros” donde Jesús dijo que edificaría Su iglesia. Cuál iglesia? Pues todos aquellos que se hayan arrepentido y hayan reconocido a Jesús como su Señor y Salvador; esa es la iglesia de Cristo.
Le da la autoridad a Pedro sobre la disciplina de la iglesia y atar y desatar se refiere a ejercer autoridad y gobierno; aunque no fue el único, pues el Apóstol Pablo también la ejercía.
(Ver Hechos 5:5) Pedro cuestiona a Ananías por haber mentido al Espíritu Santo (ejerce su autoridad y disciplina).
(Ver 1 Corintios 5:5) Pedro expulsa a un fornicario de la iglesia. Nuevamente ejerciendo la autoridad y disciplina otorgada por Jesucristo.
(Ver 1 Timoteo 1:18-20). Pablo expulsa a Himeneo y Alejandro por blasfemos.
Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario