miércoles, 14 de octubre de 2015

MADUREZ ESPIRITUAL


Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto. (Romanos 12:2.RVC).

Hermanos, yo no pude hablarles como a personas espirituales sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Les di a beber leche, pues no eran capaces de asimilar alimento sólido, ni lo son todavía, porque aún son gente carnal. Pues mientras haya entre ustedes celos, contiendas y divisiones, serán gente carnal y vivirán según criterios humanos. (1 Corintios 3:1-2.RVC)

Advertencia contra la apostasía

Acerca de esto tenemos mucho que decir, aunque no es fácil explicarlo porque ustedes son lentos para entender. Aunque después de tanto tiempo ya debieran ser maestros, todavía es necesario que se les vuelva a enseñar lo más elemental de las palabras de Dios. Esto es tan así que lo que necesitan es leche, y no alimento sólido. Pero todos los que se alimentan de leche son inexpertos en la palabra de justicia, porque son como niños. El alimento sólido es para los que ya han alcanzado la madurez, para los que pueden discernir entre el bien y el mal, y han ejercitado su capacidad de tomar decisiones. (Hebreos 5:11-14.RVC).

Por lo tanto, dejemos a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, y avancemos hacia la perfección. No volvamos a cuestiones básicas, tales como el arrepentirnos de las acciones que nos llevan a la muerte, o la fe en Dios, o las enseñanzas acerca del bautismo, o la imposición de manos, o la resurrección de los muertos y el juicio eterno. (Hebreos 6:1-2.RVC)

Quizá uds, como yo hemos escuchado bastante sobre madurez espiritual, pero qué es madurez espiritual ?, cómo saber si somos maduros espiritualmente o qué tan cerca o lejos estamos de serlo ?

Madurez = El diccionario de la Real Academia Española (RAE) señala tres usos del término madurez: un cierto estado de las frutas; el juicio prudente o sensato; y la edad de un individuo que disfruta plenamente de sus capacidades y que todavía no alcanzó la ancianidad.

Para la psicología, no hay una edad que asegure haber logrado la madurez emocional. En concreto cuando hablamos de madurez emocional nos estamos refiriendo al hecho de que una persona cuenta con un pensamiento y una conducta, tanto sobre sí misma como sobre el resto del entorno, que indiscutiblemente la alejan de cualquier tipo de actitud que se pueda definir como infantil.

En este sentido, las principales muestras de que una persona es madura son que acepta las críticas y las analiza y estudia para mejorar, que sabe controlar sus ataques de mal genio, que siempre acepta las consecuencias de sus actos sin ampararse o justificarse en excusas, que establece que nada es blanco o negro pues siempre hay un término medio o que ha superado la fase de envidia y celos por los demás, que escuche de una manera reflexiva y tolerante las opiniones de otras personas, que no busca de modo continuo los defectos en los demás, que no se preocupa de manera innecesaria de las cosas que no puede controlar ni remediar o que no se impacienta de forma ilógica. (Fuente:definición.de)

La madurez espiritual contempla todo lo descrito anteriormente y además, aunque suene un poco irónico y contradictorio, una total y completa dependencia de Dios, es reflejar el carácter de Cristo.

Tal y como lo expresa el pasaje del libro de Hebreos, una persona es madura espiritualmente…

…Cuando discierne perfectamente y no necesita explicaciones externas; comprende profundamente la Palabra de Dios.

…Cuando se preocupa por crecer constantemente, porque sabe que de no hacerlo, estaría retrocediendo.

…Cuando no anda en busca de la felicidad ni persiguiendo bendiciones, porque sabe que todo le llegará por añadidura mientras busca lo realmente importante, el Reino de Dios y su Justicia.

…Cuando sabe y acepta que lo que Dios anhela es que cada día sea mejor persona, aunque implique renunciar a muchas cosas, incluso a sí mismo.

…Cuando tiene entrega y compromiso por las cosas de Dios.

...Cuando se determina continuar en su crecimiento, a pesar de lo que vea y escuche de los demás.

…Cuando vive conforme a la Palabra, es decir, no solo es oidor sino que la pone por obra.

…Cuando ayuda a otros a crecer espiritualmente.

…Cuando reconoce ante Dios que no lo es, pide perdón por ello y se esfuerza cada día por perseverar en conseguirlo.

…Cuando es consciente de que la madurez y crecimiento espiritual implica cambios constantes, que no hay cambios sin dolor, ni dolor sin pérdida.

…Cuando desea retos espirituales, crecer en fe, antes que emocionarse o entretenerse con las prédicas que escucha.

…Cuando practica la autoevaluación constantemente, porque sabe que es mejor que criticar todo y a todos.

…Cuando sabe que tener una fe y una confianza férreas, le llevará más lejos que el temor y las dudas.

…Cuando prefiere mantener su pasión espiritual, estudiar y observar en vez de opinar y ser mediocre.

Quizá lo expresado anteriormente sea “alimento sólido” que muchos no serán capaces de digerir, aunque espero en Dios que sí, para que despierten como algunos lo estamos haciendo.


Orermos para que el Señor Todopoderoso, a través de su Espíritu Santo hable a cada uno, conforme a su necesidad; que seamos animados y exhortados a continuar en nuestra carrera, prosiguiendo a la meta, sin mirar lo que queda atrás, sólo puestos los ojos en Jesús y no en los seres humanos imperfectos y con errores como cada uno de nosotros; que confiemos en que nada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro, en cuyo nombre oramos, dando gracias. Amén, Amén y Amén.

Bendiciones, Gracia y Paz.

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