lunes, 14 de septiembre de 2015

CEGUERA ESPIRITUAL

VISIÓN (cómo órgano humano) = Capacidad de ver. Percepción de las realidades físicas a través de la vista. (Fuente: http://www.google.com.co)

VISIÓN = es la capacidad de ver más allá, en tiempo y espacio, y por encima de los demás, significa visualizar, ver con los ojos de la imaginación, en términos del resultado final que se pretende alcanzar. es el sueño alcanzable a largo plazo, el futuro aspirado. (Fuente: http://www.gestiopolis.com).

Jesús dijo: «Yo he venido a este mundo para juicio; para que vean los que no ven, y para que los que ven se queden ciegos.» Al oír esto, algunos de los fariseos que estaban con él le preguntaron: «¿Acaso también nosotros somos ciegos?» Jesús les respondió: «Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, como dicen que ven, su pecado permanece.» (Juan 9:39-41.RVC).

Estas palabras registradas por Juan, fueron pronunciadas por Jesús luego de haber sanado a un ciego de nacimiento, cuyos ojos estaban completamente cerrados y al haberse encontrado con Jesús, no sólo obtuvo visión física, sino espiritual. (Ver Juan 9:1-41).

Jesús leyendo el libro del Profeta Isaías dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.» (Lucas 4:18-19.RVC).

Jesús tenía muy claro a qué había venido a este mundo. Estuvo preparándose durante 30 años para un ministerio de tan sólo 3, pero cuyos efectos han perdurado a través de siglos. Cuando hablaba de pobres, cautivos, ciegos, no se refería exclusivamente en el sentido literal. El hablaba del plano espiritual que es tan real como el físico.

“Ahora escucha esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye. (Jeremías 5:21.RVC).

Pero Jesús se dio cuenta y les dijo: «¿Por qué discuten de que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Todavía tienen cerrada la mente? ¿Tienen ojos, pero no ven? ¿Tienen oídos, pero no oyen? ¿Acaso ya no se acuerdan? Cuando repartí los cinco panes entre los cinco mil, ¿cuántas cestas llenas del pan que sobró recogieron?» Y ellos dijeron: «Doce.» «Y cuando repartí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas del pan que sobró recogieron?» Ellos respondieron: «Siete.» Entonces les dijo: «¿Y cómo es que todavía no entienden?» (Marcos 8:17-21.RVC).

Es curioso que muchas personas dan crédito a prácticas modernas como las sugeridas por la nueva era o new age, consultan médiums, horóscopos, lecturas de cartas, adivinos y hechiceros, etc., con el fin de conocer lo que les depara el futuro; hacen un sinnúmero de rituales absurdos e incluso peligrosos en algunos casos, comen y se untan porquerías, gastan un montón de dinero; creen en personas que dicen comunicarse con ángeles y quién sabe cuántas tonterías más y a pesar de no ver resultados, insisten!!!. 

Sin embargo, cuando se trata de lo verdaderamente espiritual, lo que viene de nuestro Padre Celestial, nuestro Creador y el Creador de todo cuanto existe, dudan, no creen, se predisponen, juzgan, rechazan y menosprecian a quienes comparten el mensaje de salvación; se cansan, se rinden, tiran la toalla cuando el resultado se tarda o no es el que esperaban. Tienen la verdad ante sus ojos y no la ven. Son como esos fariseos quienes acosaban a preguntas al ciego sanado por Jesús, porque definitivamente no podían creer lo que estaban viendo sus ojos; necesitaban encontrar otra explicación que apoyara sus propias creencias y lo que predicaban; porque aceptar ese milagro, implicaba aceptar que Jesús era el Mesías, el Cristo y ellos no estaban dispuestos a hacerlo. Por eso Jesús los señaló diciendo que ellos en realidad no eran ciegos (espiritualmente hablando).

Amad@s, necesitamos creer para ver; necesitamos aumentar nuestra fe; necesitamos abrir bien nuestros ojos y oídos; necesitamos despertar; correr ese velo que nos impide avanzar. Necesitamos buscar lo verdadero y dejar de correr tras fantasmas e ídolos. El tiempo apremia. Pidámosle a Jesús que nos de la visión, esa capacidad de ver más allá, de ver con ojos de fe, de ver lo que no vemos. Pidámosle a Nuestro Padre, quien no escatimó ni a su propio hijo, así que cómo no nos dará también con El todas las cosas, que nos de la visión del Profeta Elías, quien vio una gran lluvia detrás de una pequeña y blanca nube. Oremos en el nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.

Bendiciones, Gracia y Paz.

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