lunes, 21 de septiembre de 2015

SERVIR A DIOS…..QUIÉN…YO??

Podemos servir a Dios de muchas maneras, pero no de cualquier manera…

Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente, porque ya saben que el Señor les dará la herencia como recompensa, pues ustedes sirven a Cristo el Señor. (Colosenses 3:23-24.RVC)

En ocasiones podemos sentir que no estamos haciendo nada, o que lo que hacemos es muy poco con tanta necesidad que vemos a nuestro alrededor. Hoy quiero decirte que Dios no pide nada extraordinario de nosotros. Nada de lo que hacemos es poco para El; Dios valora cada uno de nuestros esfuerzos, lo importante es la actitud de nuestro corazón al servir; El sólo quiere que seamos sensibles y estemos atentos a las necesidades de los otros y no solamente las propias.

Quizá, el leer historias en la Biblia sobre héroes como Moisés, Noé, David, Ester… puede llevarnos a creer, pensar y sentir que si no hacemos algo igual de importante, grande y significativo como ellos, no estamos haciendo nada. Pero no es cierto; un abrazo, una oración, una sonrisa, una palabra de aliento, escuchar.. puede hacer la diferencia para una persona y para nosotros, será un acto tan importante y heroico, como los que en su momento hicieron estos personajes.

Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron; estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.” Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?” Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.” (Mateo 25:35-40.RVC)

Dios nos capacita para servirle, no escoge gente capacitada.

Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió. (2 Corintios 1:21-22.NTV).

Noé se emborrachó, Abraham era viejo, Moisés era tartamudo, José fue vendido como esclavo por sus propios hermanos, Jacob era tramposo, Gedeon era inseguro, Elías era malhablado, Zaqueo era pequeño, Pedro era pescador y temperamental, Mateo era cobrador de impuestos, Rahab era prostituta, David era un niño, Jonás desobedeció, Pablo era asesino…

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré, más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9.RVC).

Cuál es tu excusa ?

Amado Dios, Precioso Señor, en este día maravilloso que has creado para nosotros, te bendecimos y exaltamos tu nombre. Te damos gracias por tu Palabra; agradecemos nuestra vida y el propósito con que nos creaste. Te pedimos en el nombre de Jesús que nos permitas ver por encima de nuestras dificultades, las de los demás, porque en esto te glorificamos; que seamos más sensibles a las necesidades de otros antes que las nuestras; que nuestros problemas no sean esa muralla que nos impida ver al que sufre y actuar en consecuencia. Gracias Padre, amén, amén y amén.


Bendiciones, Gracia y Paz.

No hay comentarios: